sábado, 13 de abril de 2013

El sentido de la vida

El sentido de la vida es el humor.
Sí, como lo lees.
No en el sentido simplón y pasajero, que también,
No pusilánime ni ciego.
Salvo que hablemos de la ceguera de Saramago
(que atrevimiento). Atrevimiento admirado.
Admirado en la medida en la que no se tienen ídolos.
Ejemplos como el de Sampedro
El ejemplo de Sampedro

Humor comprometido
Humor Roto, a pedazos.
Con el grado de acidez justo y necesario.
Humor valiente y atrevido.

El necesario para trazar una caricatura de ti mismo
sin apenas saber dibujar
Al menos en el sentido clásico,
lejos de aquel que defiende Ken Robinson.

Reírte de tu sombra
porque se atreve a ensoñarte de acuerdo a los cánones más clásicos.

Anárquico sentido del humor
que, más que romper moldes,
los delata sin ser delator.

Ha nacido el antilíder.
Y ha venido a reírse.
¡Qué quede claro!
¡No ha venido a burlarse!
¡O sí!
¡Pero no de este mundo!

Un viaje, un congreso, un avión y un barco.
Todos vuelan.
Cada uno a su manera.
Amigos con los que compartir una sonrisa.
Amigos con los que compartir unas risas.

El líder convertido en antilíder.
Y viceversa.
¡Como Sabina!

El sentido de la vida es el humor.
Ese que nos permite reírnos
hasta del sentido cabril del harlem shake,
aunque tengan que abrirnos los ojos
para poder hacerlo.

Reír hasta llorar.
Llorar hasta reír.

¡Cuánto más difícil sea, más mérito tendrá!
Me he reído del dolor
Sin por ello dejar de sufrirlo
Sin por ello tratar de ocultármelo
Sin por ello tratar de negármelo
Sin por ello renunciar a vencerlo

Dibujando carcajadas en el rostro de la vida
Compartiéndolas como quién reparte globos a niños
A niños grandes,
ávidos de las caricias que las sonrisas generan
en el rostro de las personas ciertamente humanas

El sentido del humor en el trabajo
No como un recurso capitalista
No como un recurso neoliberal
Sí como un recurso humano
No como un Recurso Humano

El sentido de la vida
El sentido de la Vida es el el Sentido del Humor
Sentir el Humor en tus venas


* El ejemplo de Sampedro



10 comentarios:

Julita Fernández dijo...

Una preciosidad. Te envío otra reflexión que he leído esta tarde, “El sentido de la vida” por Ángeles Caso
Un abrazo

Puri García dijo...

¡Que bello!
Hace un rato que descubrí este blog y lo bien que escribes. Cuánta emotividad,sentimiento , reflexión...
Me encanta,nos seguimos leyendo también en este blog,creo que será una experiencia muy enriquecedora.
Saludos
Puri

Jesús Hernández dijo...

Una de las cosas que me encanta de la red es que cuando creemos que somos originales, siempre nos muestra que a alguien se la ha ocurrido antes lo que se te ha ocurrido a ti. Te consuela el saber que no estás solo. En este sentido, el título ya se le había ocurrido a alguien y no será el ínico. No en vano tampoco es nada original. Lo que si te agradezco, Julita, es el que me lo hayas acercado y, como siempre, tus amables y afectuosas palabras.
Un abrazo

Jesús Hernández dijo...

Muchas gracias, Puri, por tus amables palabras. La verdad es que antes scribía más en este blog. Ahora lo hago de vez en cuando. Siéntete en él como en tu casa.
Nos seguimos leyendo.
Un abrazo

conchita dijo...

Es verdad que el sentido del humor ayuda mucho; mi padre lo tenía y su vida fue más plena que las de otros, siempre lo admiré por eso. Se lo decía muchas veces: "Papá, deberías haber sido maestro, tienes todo lo que hay que tener"...

Quizá todo no sea tan simple y otras cosas también formen parte del motor de la vida, pero con ese combustible viajamos mejor.
6140
Preciosa entrada, amigo, nunca defraudas, ¡y que no me entere yo! (Esto último es por mantener el tipo, que no se diga que pierdo las buenas costumbres ;-)

Anónimo dijo...

¡Qué gusto volver a leer en este tu blog, hacía tiempo que no escribías o es que yo no había visto?. Palabras llenas de ternura y sentimiento que vuelven a emocionarnos. Gracias por compartirlas!!!
o

Jesús Hernández dijo...

6140
Para variar eres tú, ahora, la que me deja patinando. Llevo un rato cuestionándomelo y no caigo.
Efectivamente, no es tan fácil, pero con entrenamiento sabes que lo vamos logrando. Y sabes que soy entrenador, aunque no ejerza.
Un abrazo y que no pierdas las mañas

Mª José dijo...

Me identifico con lo que dices y en estos difíciles hay que enseñar los dientes sobre todo para sonreír. Te doy las gracias por recordármelo y escribirlo tan bien...Besos

Jesús Hernández dijo...

Gracias, Mª José, me alegra que te haya gustado. Espero que todo te vaya bien y puedas seguir mostrándonos esos dientes virtuales para sonreír.
Un abrazo

Mª José dijo...

No dejes de escribir en este blog . Es una belleza lo que expresas con tus palabras , la risa el gran Sampedro ...
y de repente se cuela Sabina , que también es sabio . Que puedo añadir que no hayas dicho.

Te dejo, amigo , mi mas sincera sonrisa y mis ganas de seguir encontrándole un sentido a esta vida , buena , mala pero VIDA.

Un abrazo