Una buena compañera me ha enviado este vídeo que ya conocía, primero como historia y después en vídeo.
Lo que me gusta: la necesidad de mejorar la comunicación para hacernos entender.
Lo que no me gusta: que a veces da igual como nos digan las cosas si no estamos dispuestos a escuchar: Si no tenemos esa capacidad de oír al otro, de escuchar con y sin palabras, difícilmente nos llegarán los mensajes. Tampoco me gusta del todo la identificación subliminal del rico ejecutivo y la riqueza con la inteligencia y la capacidad de enriquecerse a través de la inteligencia, mientras que se equipara pobreza con falta de conocimientos. Es muy simplista, incierto muchas veces e injusto otras.
En fin, gracias compañera.
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