sábado, 3 de diciembre de 2011

Hola. Acabo de llegar

Hola. Acabo de llegar de cenar con unos amigos. Me he encontrado el correo de Carlos abierto y he grabado la pantalla. Me apeteció enviártela. Puedes ver muchos correos míos sin abrir y otros abiertos. 

Hubo una época en la que no abría ninguno. Ahora abre los que le apetecen y yo me alegro de que ejerza su libertad. 

Le ofrezco posibilidades para que vaya construyendo su mundo, su vida, su formación, sus intereses...y que él elija cómo quiere que vaya siendo. 

Esto también viene al cuento de un curso al que he ido esta semana en mi centro, a mis reflexiones sobre la educación...no basta con lo que damos en clase, hay que abrir campos, expectativas, ayudar a descubrir cosas, probar, fallar, seguir intentando. Muchas veces yerro en el intento, pero cada vez, por escasa que sea, en la que tengo un pequeño acierto, mejor dicho, cada vez que eligen algo entre las cosas que ofrezco, se les abre una ventana. 

El mundo actual está lleno de ventanas y en educación nos empeñamos en no abrirlas, en no dejar entrar el aire, y lo que es peor, en no dejar salir la mirada, que vague, que ronde, que deambule, que descubra su propio mundo, sus propias inquietudes, que no se limite a vomitar, que construya su propio portafolio, que cometa sus errores y encuentre sus placeres.



Claro que mi generación tenía menos faltas de ortografías, pero también lo es que escribía hasta mil veces alguna de ellas. También es cierto que muchos no llegaron al bachillerato y que otros tantos abandonaron en el primer curso sin yo saber porqué. 

Que una vez, en tercero de primaria, con la clase en un silencio hiriente, un profesor se me acercó y me dio tremenda bofetada. Yo, en mi inconsciente y osada niñez me atreví a preguntar por la razón de semejante agresión. Y lo que obtuve por respuesta nunca lo he olvidado: "por si estuvieras haciendo algo".

Era una época de sádicos que campaban a su antojo. Yo no la quiero para mis hijos ni para mis alumnos. Aún así, a pesar de que el sistema avalaba el terror, siempre hubo profesores que no controlaban la situación y se veían desbordados.

A veces, cuando me pongo pesado, mis alumnos me dicen que saco a mis hijos a colación, pero lo hago en un intento de tratarlos como a ellos. Me doy cuenta y busco otra estrategia. Me importan, a veces lo consigo y otras no, como con mis hijos.

Uno se adapta sobradamente al sistema, pero también se ahoga en sus limitaciones, porque ve más allá. Lo compensa, en parte por que le resulta fácil, en parte porque no se deja limitar. Incluso abre alguna ventana en su aula.

La otra se ve dañada en su necesidad de ventanas. Crea mundos paralelos y los realiza, pero se ve dañada en sus posibilidades. Vomita, porque la hago vomitar, incluso va vomitando sola, empero algo de mí propio interior se ve dañado cuando lo hago y cuando lo hace. Sé que cerceno, pero trato de buscar un equilibrio entre realidad exterior y futura y  la castrante, que hace necesaria la vomitada interior.

Opto por promover su correo. Le envío cartas de amor. Aún abre pocas o casi ninguna, pero todo se andará. Puede que me comunique en 2.0 cuando ella vuela ya más allá del tercer nivel, pero todo se andará. Tiene la misma semilla que me plantó mi madre y que logró que yo sobreviviera a un sistema al que tampoco me adaptaba, hasta que yo navegué por mí mismo en el mal de las calmas. Triunfé, aunque renuncié a parte de mi ser. Vendí algo de mi alma, pero siempre estoy a tiempo de recuperarla. De hecho, vivo a ratos para hacerlo.

Espero seguir enviando correos de posibilidades que logren no anegar sendas por trazar y recorrer.

Bueno, te lo mando y lo publico. Quizás valga la pena y de camino me reencuentre con mi blog, con mis sentimientos, con mi alma. A la vez, siento la necesidad de transformar mi blog para que siga siendo el mismo, sólo que encuentre más agua en el pozo.

Hasta otra.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Nos dicen "ellos" que en nuestro "trabajo" hay que poner más...eso digo yo también, más, pero no más escritos...sino más respeto , más libertad, mas corazón, más alma, más SENTIMIENTO...

"el nuevo de mantenimiento..."

Jesús Hernández dijo...

Si hay uno nuevo de mantenimiento es porque, desgraciadamente el otro se fue, lo echaron, de malas maneras, pero siempre hay algo que mantener y crear sin normas y con convivencia. A ver cómo se van a echar ese trago.

Un saludo de mañana de sábado

emejota dijo...

Tu entrada me ha tocado el corazón. Me alegra volver a leerte.
Ultimamente estoy empezando una serie comentando una película titulada Mas Alla de los Sueños, se publicará cada lunes de este mes. Como eres cinéfilo puede que te agrade. Bs.

Jesús Hernández dijo...

Gracias, como siempre, emejota, por tus apreciadas palabras. Gracia spor tu información. Estaré atento.
Un abrazo

Mercedes R. dijo...

Es una parte de la emoción de vivir el equivocarse pero lo que es parte de estar vivo es darse cuenta de ello y de que nuestras palabras no son siempre bienvenidas por nuestros hijos y por eso se las dejamos ahí, para cuando ellos las quieran tener.
Hablar es fácil pero aprender a callar y a esperar es lo que diferencia a nuestra generación...nos educaron en sermones y eso es lo que menos hace falta a alguien que tiene una vida de incertidumbre por vivir.

Es reconfortante leerte y sentirse junto a tí en esas dudas de padre o madre, en esos silencios que practicamos, a diario, viendo a ver que es mejor si hablar, si callar o si hablar lo justo y aprender a dejar espacio de libertad "al otro" aunque sea tu hijo.
Gracias por abrir tu interior y comaprtirlo en esta ventana llena de vida.

Blogmaníacos dijo...

Gracias por compartirlo!
¡Eres un padre y un profesor excepcional, y no digamos, un amigo!
Todas tus reflexiones, tus dudas, tus interrogantes, tus certezas, nos ayudan a los demás, que nos vemos reflejados, más bien pobremente, en el espejo que nos muestras.
Recuerdo que hace tiempo me aconsejabas que les mandara a mis hijos correos. Tu entrada me sirve para volver a plantearme la cuestión.
Me alegro mucho de tu relación con los tuyos.
Me gusta mucho la comparación con las ventanas, hay mucha polisemia en esa palabra. Te ha salido un post redondo, como hacía mucho tiempo... También la renovación estética del blog ha quedado muy bien, veo que soplan aires nuevos por La Orotava!!!
Un abrazo.

Jesús Hernández dijo...

No entra en mis intenciones el ser un padre o un profesional excepcional y menos aún lo soy. Lo único que pretendo es escribir para reflexionar un poco sobre le día a día que a veces no nos deja hacerlo si no nos paramos un poco. Y de camino, lo comparto con unos cuantos amigos y con quienes lleguen aquí por casualidad.
Gracias por tus palabras de amiga.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Querido amigo, cuánto tiempo sin leer una de tus reflexiones, de tus sentimientos, de tus sensaciones...!
Me ha encantado que de nuevo compartas con nosotros, tus amigos y fieles seguidores, todo aquello que pasa por tu corazón y por tu cabeza.
Sólo tengo un hijo, que no está a mi lado, que veo de vez en cuando, cuando puedo permitirme coger un avión y visitarlo. Lo echo de menos. En su adolescencia teníamos una complicidad que era motivo de envidia sana de mis amigos y compañeros. Tengo la sensación de que ya no existe. Él tiene ahora un hijo y yo sueño que su relación con pequeño sea muy parecida a la que yo tuve con él.
Las relaciones son muy complicadas y a veces con los hijos se nos vuelven mas difíciles, pero nosotros seguimos ahí, a su lado.
Jesús, gracias. Seguiremos en nuestra batalla. Un abrazo. amlp

Jesús Hernández dijo...

Gracias amlp por estar siempre ahí y por compartir conmigo tus inqietudes y tus vivencias.
Un abrazo

Jesús Hernández dijo...

Sabias plabras, Cañada Blanch infantil. Darse cuenta. Tienes razón cuando dices que fuimos creados en el sermán y que en muchas ocasiones nos resulta difícil escaparnos a él.
Un abrazo