lunes, 10 de noviembre de 2008

* 41.- NUESTRA FORTALEZA

Cuando llueve

No te encuentro a mi lado

O quizás sí

Te busco entre canciones

Y sólo encuentro pedazos de ti

Me giro en la cama

Y tú ya no estás

Te busco entre las sábanas

Y sólo encuentro pedazos de ti

Te siento en todas partes

Y no te encuentro en ninguna

Te busco en la alegría

Y sólo encuentro pedazos de ti

Ella se empeña

En que tú estés aquí

Y al mirarla

Veo pedazos de ti

Él se ahoga

Y no se da ni cuenta

Juega a castillos

Y lo asaltan por las noches

Mi fuerza eres tú

Y no sólo tú

Te recuerdo y te siento

Te pido consejo y me lo das

Siempre estás ahí

Cuando preparo la comida

Y me ayudas al hacerla

Cuando meto la pata

Y me animas al hacerlo

Cuando veo a tus amigas

Te veo a ti

A su lado

Y en sus rostros

Quién no me conoce

Piensa que me da igual

Quién me conoce

Piensa en cómo lo hago

Y sólo tú lo sabes

Cuando se agrieta

Me ayuda

Cuando se agrieta

Me ayudas

La fuerza de sentir

A fuerza de sentir

Con la fuerza de sentir

Me embarco y tú me llevas

Con la fuerza del viento

No me dejas caer en la latitud de los caballos

Ni en tormentas procelosas

La suave brisa en tu rostro

Me guía en las madrugadas

Y nuestra fuerza

En las cálidas mañanas

Finjo alegría

Y en realidad la siento

Finjo alegría

Y la acabo sintiendo

Sólo sintiendo

Se puede llegar a sentir

Sólo mirando de frente

Se puede ver con claridad

Sólo mirando de frente

Se puede seguir

Y ese sentir que hiere

Es el mismo que te hace seguir

Es el mismo que te hace crecer

Te da fuerzas

Y cimienta tu ser

Mi fortaleza parte de ti y de mí

Parte de ellos

Parte del dolor

Pero no se queda en él

Tú no me dejas

Y yo tampoco

Ellos me lo recuerdan

Y yo se lo agradezco

Te vas y te quedas

Así ha de ser

Me acompañas y me dejas

Te acercas y te alejas

Siempre estás

Amor mío al alba

Esperando el momento

Inspirando el instante

Recibiendo gratitud

Te veo en cada sonrisa con la que me encuentro

Y trato de devolverla

Te veo en cada rostro que sufre

Y trato de devolvérsela

Ahí estás tú

Y ahí es donde te encuentro

1 comentario:

rams dijo...

Yo también la siento en muchos instantes y momentos, algunos por recuerdo de vivencias compartidas, otros porque al trabajar determinados valores con mis niños y niñas me viene al instante su buen hacer, otros porque sé que nos ha dejado valiosos tesoros en nuestro corazón que nos acompañarán para siempre.
Como hace un instante leí en uno de tus bonitos correos, "ella no se fue, solo se adelantó en el camino que todos debemos hacer".

¡Qué bonito poema has hecho!