domingo, 11 de enero de 2009

* 76.- REVISANDO INTENCIONES Y OTRAS CUESTIONES

Leyendo un libro de los que leo a ratos (¡Será mejor que lo cuentes! Los relatos como herramientas de comunicación. Storytelling. Antonio Núñez) me encontré con el relato de una historia que hace tiempo había conocido en Internet a través de un vídeo.

Al reflexionar sobre lo que contaba su autor sobre la historia relatada en el vídeo, me hizo regresar mentalmente a los orígenes de este blog y a hacer una revisión sobre lo que he hecho en él desde su comienzo el 13 de Mayo de 2007.

Mucho es lo que ha llovido desde entonces, muchas las cosas que han sucedido, más de las que hubiera imaginado entonces y muchas más de las que hubiese deseado en esos comienzos.

En esa entrada del blog contaba las razones que me habían llevado a iniciarlo.
( * 0.- POR QUÉ Y PARA QUIÉN ).

La 1ª razón en ese momento era porque siempre lo había pensado hacer aunque no fuera en esta forma.

Revisando este primer propósito, me impresiona la constancia que he tenido, tanto por llevar cerca de dos años, como por las 76 entradas que llevo. Siempre me ha gustado escribir cosas, de más que dudosa calidad, por no decir inexistente; pero siempre se quedaban entre mis papeles y nunca tuve constancia. Vamos que he mejorado algo en constancia, aunque no en calidad. No es falsa modestia, no creo que lo que escribo vaya más allá de ser una forma de reflexionar que con este formato he compartido con amigos.
Un cambio que he realizado en las últimas entradas es añadir vídeos y otros elementos que no son míos y decorar algo el blog, aunque en un principio decía que no iba a hacerlo.

La 2ª razón era por dejarles algo a mis hijos si pasara cualquier cosa. ¡Y vaya que han pasado cosas! Aunque he compartido algunas entradas con ellos, creo, que si alguna vez les sirve para algo, lo sabrán en un futuro, aunque sólo sea por razones sentimentales. Sólo sé que a mi me ha servido para pensar en mi labor como padre, lo que no dejo de hacer ni en este preciso instante, tratando de centrarme a pesar de las circunstancias.

La 3ª causa era para reflexionar. Mal que bien, creo que lo he hecho y me ha ayudado a sobrellevar las situaciones que esta vida nos ha ido deparando. Al haber sido muchas y muy intensas, creo que sin estos momentos para parar un poco, divagar, contar y contarme chorradas, probablemente me hubiera sido más difícil seguir adelante. El mundo va muy deprisa y la vida también. A veces da saltos en el vacío, que si no tratamos de digerirlos con el mínimo sosiego y convicción, pueden acabar por devorarnos.

En 4º lugar figuraba el compartir con mis amigos y con desconocidos que llegasen por difícil casualidad. He tratado de compartir mis cosas con los amigos, abriéndome en un mundo generalmente cerrado, aún corriendo el riesgo de ser y/o parecer pesado por momentos y ridículo en otros. En cuanto a los desconocidos he cambiado algo, pues a pesar de seguir sin buscar de modo expreso su llegada, me importa menos, dado que no cuento cosas superíntimas, y a la vez, estoy bastante más seguro de lo que pienso y de la persona que trato de ser, por lo que me importa menos intentar mostrarme como soy en un plano personal. Al decir esto, no abandono en ningún momento la duda existencial, ni ante las situaciones que se presentan a diario, porque la creo necesaria e inevitable.

En 5º lugar, me refería al hecho de que un amigo me lo había pedido. En este sentido, aunque dudo que aporte mucho, algunos amigos me han animado a continuar, y más allá de lo poco que les pueda aportar, sus palabras me dan ánimo y lo hago por el conjunto de las razones que expuse en su día y en las que, con pequeños matices, me reafirmo. Trato de huir de las vanidades y de las falsas modestias, pues ni creo sinceramente que en este blog cuente cosas trascendentes, ni lo persigo. Sí es cierto, que me gustaría escribir mejor, y tener valor y una capacidad de la que carezco para poder escribir un libro en el que fuera capaz de transmitir los sentimientos y las ideas que llevo dentro. Puede parecer contradictorio, pero creo que no lo es.

El vídeo del que hablaba al principio, más allá de la cuestión empresarial de la que habla, me hizo pensar en una de las cosas que planteaba Steve Jobs en él. Más concretamente, cuando se refería a las cosas aparentemente inconexas y muchas veces sin sentido que nos van sucediendo a lo largo de la vida, y que sólo mirando hacia atrás, somos capaces de entrelazar y buscarle sentido y continuidad a lo sucedido.

Y pensé en la vez que me salió un bulto en el cuello. Pasaba el tiempo y el bulto no sólo no desaparecía, sino que crecía aún más. Fui a ver un maxilofacial y al decirme éste que un bulto en esa zona había que desaparecerlo de forma inmediata, la vida dio uno de esos saltos en el vacío a los que me refería. Fue muy deprisa. Estaba desorientado y moviéndome en un mundo que desconocía. Las reflexiones del blog rodaron todas juntas por instantes y se multiplicaban a lo largo de una noche. Mis hijos, mi mujer, mi vida. En esos tres meses no paré de dar tumbos de un lugar a otro, hasta que en la última prueba me dijeron que la imagen de la resonancia parecía la de un carcinoma y dos adenopatías. Sobre la marcha visité al maxilofacial. Este dio verosimilitud a la prueba y me recomendó operarme de inmediato, pues había transcurrido ya bastante tiempo.

Recuerdo bastante bien esa noche. Abrazados a la vida y con la muerte tratando de visitarnos por primera vez. Las imágenes se saltaban unas a otras en cuestión de segundos. Pensé en mis hijos pequeños y sentí el cariño y el amor desesperado de mi mujer como nunca antes lo había sentido.

Bastó una noche para encarar la situación, enfrentarme a la vida y decidir plantar cara a la muerte, a sabiendas ya de su existencia real. Mi mujer fue el brazo firme que necesitaba y juntos plantamos cara.

Al operarme, todo quedó en un susto y en una mala pesadilla. Pero ahí entra en juego mi referencia a la vida. Hablaba Steve Jobs del sentido de los puntos que se veían unidos al mirar atrás, y lo decía al pasar una situación similar a la que yo estaba viviendo en ese momento.

Y yo creo, mirando hacia atrás, que si no hubiese vivido esa experiencia, no hubiera estado preparado para haber podido ayudar a Doris como lo hice, para llevarlo en esos momentos, y para hacerlo ahora, plantando cara a los problemas con los que me encontraba y con los que me encuentro. Sin ese aprendizaje necesario sobre lo que es la vida, con sus cosas malas y sin renunciar a las buenas, sin haber mirado de frente a su realidad, probablemente me hubiera derrumbado en esos instantes y no hubiera sido capaz de levantar cabeza ahora tampoco.

Por duro que parezca, la vida continua, y eso me ayudó a comprenderlo ella. Su ayuda fue fundamental cuando más necesitada estaba ella. Me la había dado con antelación, y me la ofrecía en esos momentos en los que ella la necesitaba. Yo traté de brindarle toda la que pude. Me cogió de la mano, y me hizo mirar de frente. No cambió para nada su forma de vida, sólo se reafirmó más en ella. No se arrugó en ningún momento. Y sus hijos y yo, y creo que algunas personas más, aprendimos de ella. A sus hijos les quedan muchas cosas, pero esa lección impagable del coraje y del saber vivir de su madre que supieron apreciar, creo que con el tiempo, será una gran enseñanza.

Poner buena cara al mal tiempo, tener buena cara con el mal tiempo, sentir buena cara con el mal tiempo, vivir bien interior y exteriormente, luchando hasta el último momento, viviendo hasta el último momento, a pesar de lo duro de esos instantes. Hasta en los peores momentos, trató de sacar partido a la vida y levantarse, hasta que la vida venció.

Sé que me dices que siga adelante, y lo hago. Sé que te alegrarías de mi felicidad, de que no me arrugue ante los problemas. Y lo hago, trato de seguir uniendo puntos, aunque no siempre sepa su razón.

Cuando comprendes de verdad que has de morir, es cuando realmente comienzas a saber vivir y a dar la justa importancia a las cosas, a dejar de perder el tiempo con muchas miserias humanas, aunque seas débil y sigas cayendo en ellas, a valorar lo verdaderamente importante y a sentir las cosas que realmente valen la pena.

Va por ti, va por ellos, va por mí, va por la vida.

Cuento asociado:

¿Buena Suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe?


El vídeo de Steve Jobs (en dos partes).



2 comentarios:

MA dijo...

Y lo orgullosa que está ella de ti lo siento con todos los sentidos, casi, casi de una forma tangible. Tan tangible como es el cariño que sentí y siento ya para siempre.Por la vida.

Jesús Hernández dijo...

Gracias Enriqueta.

Yo también lo siento, todos los días y eso me da fuerzas para seguir adelante. Se como era y se que estaría y está orgullosa. Sé que estaba y está orgullosa de las amigas que tuvo y de lo que estas le dieron y le dan.

Gracias

Jesús