miércoles, 8 de septiembre de 2010

PIENSA, SIENTE...UNA SONRISA

Ha pasado un verano y no he escrito nada. Lo poco que llegaba no aparecía en el momento oportuno.


Han pasado dos años y he escrito muchas cosas. Otras, sin embargo, esperan la oportunidad de reflejarse más allá de lo que siento.


He aprendido tantas cosas dos años atrás y dos años adelante y tantas veces te  preguntas si el precio a pagar fue el justo. Es tan pequeño por mi parte cuando lo comparo con el tuyo.


Aprendimos a vivir. Que ironía, que sarcasmo, si ya lo hacíamos. Aprendimos a vivir a pesar de, a vivir con, si ya convivíamos.


Y, sin embargo, lo hicimos, lo hacemos.


Aprendimos a ser felices ante la adversidad sin ser ilusos, pero si ya lo éramos.


Incluso enseñamos a ser felices a otros. Pero si ya lo hacíamos.


A no derrumbarnos. Si tantas veces nos habíamos levantado.


Entonces, ¿qué es lo que realmente hemos sacado de todo esto?


Difícil respuesta, pero la tiene, al menos parcialmente la tiene.


Claro que podríamos habernos derrumbado y lo podríamos seguir haciendo.


Claro que son muchas las cosas que nos gustarían que siguieran pasando y otras que jamás hubiéramos querido que hubiesen sucedido.


Pero no seríamos justos con lo aprendido ni con lo vivido. Nueva ironía del destino.


No seríamos justos, si viviésemos tirando toallas, enterrando lágrimas.


Esa es la vida, la que vive en nosotros, la que tratamos de perpetuar, la que nos llena de orgullos cuando la vemos reflejada en esos seres tan venideros como presentes.


Te imaginas a alguien con el cuello roto a la altura de la segunda vértebra, que se esfuerza por caminar, por dar un paso detrás de otro, por ir al fisioterapeuta, pero que sobre todo se emociona al oír una emisión radiofónica, pero que sobre todo se emociona por hacer vivir a otras personas. Y lo hace, Y lo sigue haciendo.


Yo no me lo imagino.


Eso es lo que aprendimos, lo que compartimos, el pensar en una persona y ver una sonrisa, alegría, ganas de vivir. Aún hoy, al hacerlo.


Siempre conocemos a personas que al pensar en ellas sonreímos, vemos una sonrisa en sus rostros imaginados o contemplados.


Pero hemos aprendido a ver esa sonrisa, esa alegría, esas ganas de vivir en cualquier circunstancia.


A ver los pequeños problemas como azucarillos que se disuelven fácilmente en el agua. Y a los grandes, a los grandes, cogiendo aire y sabiendo que escampará, que incluso en la peor de las tormentas estás vivo y te puedes alegrar, compartir el paraguas y hasta la sonrisa.


Y no eres iluso por ello, ni niegas la realidad, ni hablas de autoayuda, ni te amparas en el pasado imposible de apretar en tus manos.


No, ese no fue el mensaje. Negando no desaparecen. Mirando cara a cara, pensando que nunca saldrás victorioso en el medio plazo,  pero si en el momento presente y en los venideros.


O es que lo dudas.


Piensa en esa persona o personas ¿No regresa una sonrisa que se extiende a través de  las comisuras de tus labios?


Esa fue la enseñanza, eso fue lo que aprendimos. Eso es lo que tratamos de seguir compartiendo y dejando en herencia.


Y dijo pocos días antes: "aunque no lo creas, me ha costado mucho". Claro que lo creía. Y lo decía orgullosa. Para momentos después, acercarse a mi oído y decirme: "verdad que somos unos campeones".


Y es que los buenos equipos, se ven en los malos momentos, no dan un partido por perdido y salen con la cabeza bien alta de las derrotas temporales.


Recuerdo una lección que aprendí bien pronto mientras entrenaba. Perder por miedo a perder o por miedo a ganar, es la peor de las maneras de perder.


Desde entonces, traté de perder o de ganar dando lo mejor de mi mismo, para poder salir con la cabeza bien alta, cometiendo errores, pero tranquilo de conciencia.


Y esa tranquilidad, esa entereza, fue la que nos permitió salir con la cabeza bien alta. Errores, humanos errores, seguro que cometimos, es un hecho, pero nadie nos podrá echar en cara que no miramos de frente a la vida y la vivimos.


Piensa, siente...una sonrisa en su cara.
Piensa, siente...una sonrisa en tu cara.

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15 comentarios:

emejota dijo...

Enhorabuena, leer esto nos hace reconciliarnos con los avatares de la vida que tienden a hundirnos. Cada vez que alguien los supera, deberían brotar fuegos artificiales por las esquinas. Un abrazo.

Jesús Hernández dijo...

Gracias emejota. La superación nunca es total, pero se supera, sobre todo si te enseñan de esta manera.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Como siempre, genial con tus palabras, admirable con tu valor.
Y el recuerdo que ella nos regaló: ternura y fortaleza. Gracias a los dos por permitirnos contemplar vuestro maravilloso amor.

Jesús Hernández dijo...

Gracias a ti por tus palabras y amistad

Anónimo dijo...

Por favor, sigue haciendo uso de la herencia recibida: la sonrisa, la forma de sentir y de actuar, la actitud ante las adversidades y ante la vida.
Si cumples con sus deseos, no solo seras un beneficiario sino que seguiras enriqueciéndonos a todos.
Un abrazo enorme y gracias por seguir compartiendo. amlp

Anónimo dijo...

Por favor, sigue haciendo uso de la herencia recibida: la sonrisa, la forma de sentir y de actuar, la actitud ante las adversidades y ante la vida.
Si cumples con sus deseos, no solo seras un beneficiario sino que seguiras enriqueciéndonos a todos.
Un abrazo enorme y gracias por seguir compartiendo. amlp

Encarni dijo...

Sí, hacia tiempo que no te leía, pero esta mañana me has hecho llorar, sobre todo por la fortaleza de tus palabras, afianzadas con amor, como pilares para sostener los arrebatos que la vida nos impone.

Las palabras son hermosas y el video ha sido genial.

Un abrazo.

Mª José dijo...

¡Qué bien escribes!No sé que más decirte porque no sabría,sé que la emoción es muy,muy difícil de expresar con palabras y leyéndote me he emocionado.
¡jdio!Sigue escribiendo...para que podamos leerte.

Blogmaníacos dijo...

Es una entrada preciosa en la que se adivina la lucha titánica de dos personas excepcionales, ante las pruebas que nos pone la vida.
¡Lástima que haya que pasar por esas experiencias tan extremas para convertirse en alguien tan fuerte y tan maestro y guía de los demás!
Aprendemos mucho de tus palabras.
Un abrazo.

Jesús Hernández dijo...

Muchas gracias amlp por estar siemrpe ahí. Sonreiré, no te preocupes, procuro no dejar de hacerlo. Un abrazo.

Gracias Encarni por tus palabras. Espero que tus lágrimas hayan sido de emoción más que de dolor. Tuve una gran maestra y no es una frase hecha ni ciega. Un abrazo.

Mª José, gracias por tus amables plabras, pero no creo que sea para tanto. Intentaré seguir escribiendo para compartir lo poco que sé y por mi mismo. Un abarzo.

Muchas gracias Conchita. En realidad ya éramos fuertes antes de esto y eso nos permitió llevarlo de la mejor manera posible. Obviamente con todo se crece y esto, con lo fuerte que fue, no iba a ser menos. No creo que sean necesarias estas pruenas para crecer, aunque se crezca con ellas. En cuanto a guía, prefiero los faros, pero para irlos siguiendo yo a través de las islas aunque haya momentos en los que la noche no los haga visibles. Es difícil seuir un camino como para mostrárselo a otros. Me conformo con poder contar con amistades con las que intercambiar sendas de vida. Gracias por las tuyas. Un abrazo

Anónimo dijo...

Sin palabras, como siempre. Sí con la sonrisa, para siempre.

Anónimo dijo...

Tus palabras están llenas de tanto amor, dolor, añoranza, admiración, esperanza...y además quieres compartirlo con todos para que vivamos mejor nuestras vidas.
Habéis sido y sois un ejemplo a seguir para todos y especialmente nuestra querida Doris. ¡No sabes cuánto me acuerdo de ella ! Su sonrisa y su mirada estarán siempre muy presentes en mi corazón, así como en el de muchos/as personas que tuvieron el privilegio de conocerla. Estoy muy orgullosa de haber compartido muchos instantes y momentos con ella, algunos mejores que otros, pero de los que siempre hemos aprendido algo.
Gracias por seguir animando y compartiendo . Un abrazo para todos.
A.

Jesús Hernández dijo...

Gracias anónimo amigo/a por tus sin palabras y por tu sonrisa. Un abrazo.

Gracias A. Nunca te estaremos suficientemente agradecidos.
Un abrazo

Estefania dijo...

Que excelente blog!
Escribes de una manera impresionante.
Sin palabras =)

Jesús Hernández dijo...

Muchas gracias Estefanía por tus amables palabras.
Un abrazo