viernes, 29 de mayo de 2020

Pero bueno!!!

Algunas veces en la vida, un suceso negativo, visto con la perspectiva temporal, mirando hacia atrás, incluso lo podemos apreciar como algo que se vuelve positivo. No es que deseemos que nos hubiera pasado, pero sí que llegamos a ser conscientes de que sin haberlo sufrido, no hubiéramos sido los mismos o no nos hubiéramos curtido.

En otras, ni siquiera hace falta el transcurrir del tiempo. Basta solo con que un hecho negativo una a las personas y actúe como un acelerador de amistad. Amistades que, de otra manera, quizás nunca hubieran surgido, hubieran sido diferentes o hubieran resultado de un proceso madurativo más lento.

Actúa como un efecto levadura que hace crecer una amistad, que puede permanecer o transformarse en el tiempo, pero de una manera diferente a como lo hubiera hecho.

Si mitramos hacia atrás, podemos comprobar muchas de estas situaciones y trazar una línea de puntos que los pueden ir uniendo. Llegas a ver sucesos no deseados como algo no tan malo o, al menos, no como algo que hubieras elegido si hubieras tenido la oportunidad, pero sí que llegas a entender su efecto como detonador.

En el caso de las amistades, las dificultades siempre unen y crean lazos imborrables. Somos momentos, momentos imborrables. Ratos y relatos de felicidad que enriquecen nuestra vida, que alimentan nuestro espíritu.

No es la primera vez que me sucede algo así, pero sí que nunca de esta manera y en un tiempo tan incierto. 

A mi manera lo vivo y lo siento. Aprecio rostros en los que una ligera cólera da paso a sonrisas y risas compartidas. 

Por casualidad, mientras quitaba el punto verde, me percaté de una situación que estaba comenzando a suceder. No era consciente de lo que se estaba gestando. Una conversación paralela, tratando de apoyar, de calmar, de compartir, de serenar, de empatizar.

Al pasar los días, la conversación paralela se separó de la original, pero a la vez, se duplicó. Conversación a varias bandas, pero sorpresivamente dos de ellas se funden. Eran realmente paralelas, transitaban universos paralelos que pretendían comunicarse a través de un agujero negro que se abrió sin dar tiempo a pensar ni a la nave que rompió en un único continuo como dos conceptos inseparablemente relacionados.

Y se gestó un único universo paralelo con tres estrellas que orbitaban en el cielo girando mientras danzaban entre bromas, complicidades, provocaciones absurdas y un aprecio que crecía por momentos.

Recomienzo. Hasta aquí lo había intentado dos veces y no estaba satisfecho. De hecho, estuve a punto de borrarlo. Pero bueno, decido no hacerlo. A ver si lo consigo mientras escucho música y resuena en mi la letra.

Si algunas vez crees que no es es posible,
Escucha tu voz interior.
Ños, no puede ser.
O quizás es lo que necesitabas.
Razones, no. Emociones.
Imagínalo.
Todo es posible.
Antes no lo era.
Siente.
Cómo suena la música.
Agibílibus.
Restaura.
Tómalo como venga.
Altibajos de serendipia.
Ya es hora de despertar.
Ahora, vive el momento.
Y.
Gánalo.
Unicornios dorados.
Tienes suerte.
Generosos instantes compartidos.
Ubicuos.
Trenzados.


Pero bueno! Hasta aquí podíamos llegar.


Siempre aprendes por casualidad, en compañía. Ningún aprendizaje tiene sentido en soledad. Vivir es aprender. Vivir es compartir. Y casi da igual lo que compartas, sean instantes o vidas, si compartes esos instantes que, en realidad, son lo que somos. SoyXQSomos.


Sigo fiel a mi costumbre de escribir sin releer hasta publicar en este blog, aún a riesgo de cometer errores. Quiero que fluya, tal como es, tal como siento. Siempre ha sido así y no deseo menos.


Caminos paralelos que se funden en instantes de tensión, en instantes de apoyo, en instantes de pandemia.


Entonces, sin pensarlo. Si lo piensas, no lo haces. No vinculas tres caminos paralelos. Por un momento te arrepientes. Quizás imprudente, piensas. Prefieres no pensar. Dudas, pero sigues. Te acompañan. No lo puedes creer. Te ves sorprendido, no lo puedes creer. Solo sentir. Compartirlo. Son los descubrimientos que más nos llenan en la vida. Están ahí. Siempre lo están. Solo la casualidad y la curiosidad los descubren, los unen, los comparten.


Solo por eso, vale la pena. Despertar siempre es bueno. Hasta en los peores momentos. Cuando te despiertas, puedes comenzar a cambiar.


Ahora piensas.
Nunca estarás suficientemente agradecido.
Whisky, la parte de los ángeles.
Ajá! no te pases.
Ya era hora.


Camino a Soria siempre soñaste.
Gracias por los caminos que se cruzan. Siempre.
Son los que nos dan sentido a la vida y nos regalan instantes que esculpir.
Siempre hay que darlas.
Aunque nos cueste, aunque no estemos acostumbrados.
Compartir lo íntimo. El mayor de los regalos.
Pozos desde los que comunicarse en medio en medio de torbellinos emocionales provocados por tiempos inciertos.
Y el humor. Siempre el humor, como nexo que sobrelleva.


Simpático.
Amado.
Muestra de lo realmente importante.
Unidos por lo esencial.
Emoción que siempre educa.
Lo afortunado que es.

Pero bueno, siempre con todo mi aprecio y respeto.




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